Descubrí esta pasta de dientes dando una vuelta por el herbolario Navarro. Ésta, y otra de Logona, de la que ya os hablaré otro día. Estuve un rato dudando entre una y otra y al final, como no me decidía, me llevé las dos a casa.
Tengo que decir que, aunque aprecio sus virtudes y lo uso con frecuencia, especialmente en temas de champú (porque va muy bien para el cuero cabelludo y los problemas con la grasa), el olor del aceite de árbol de té es algo que no me gusta nada. Lo tolero, y estoy acostumbrada a él, pero no me gusta.