viernes, 29 de noviembre de 2013

Everly: ‘Beautiful clothes for beautiful girls’

Hace no mucho descubrí Everly, una marca de ropa que me chifla. De hecho, me encantaba antes incluso de saber que existía, e incluso antes de saber que hacía ya tiempo que se había colado en mi armario. 


La marca fue creada por Fabiana y Adriana, dos hermanas emprendedoras con mucho estilo, buen gusto y sentido estético, que un día se lanzaron a diseñar una colección de ropa inspirada en las cosas que a ellas les gustaban: los viajes, la música, el arte, el diseño y la moda vintage. El resultado fue una marca moderna y juvenil, sencilla pero estilosa, de telas y estampados muy cuidados, líneas claras y bien definidas; una marca asequible, divertida y elegante a un mismo tiempo.


Como he dicho antes, descubrí Everly cuando ya tenía, sin saberlo, varias prendas suyas dentro del armario y seguramente varias más fichadas —también sin saberlo— en alguna de las tiendas online por las que habitualmente me suelo pasear. Porque Everly no tiene tienda propia. Es una tienda que vende al por mayor, es decir una tienda que vende a otras tiendas. Venden sus prendas a tiendas físicas y online de todo el mundo y éstas, a su vez, las comercializan entre el gran público. Cada tienda adquiere las prendas que quiere y las acoge bajo el nombre de su propia marca, por lo que a simple vista y sin tenerlas delante para ver la etiqueta, es imposible saber si son de Everly o no. Simplemente es ropa de esa tienda.

martes, 26 de noviembre de 2013

El drama del pelo graso

Os voy a confesar una cosa: tengo el pelo graso. Extremadamente fino, extremadamente liso, y muy, muy graso.

Es un problema con el que llevo batallando más o menos desde que tenía trece años, cuando los cambios hormonales hicieron su aparición y se cargaron el delicado equilibrio que regía en mi cuero cabelludo. Pasé de lavarme la cabeza una o dos veces por semana, a tener que lavarme el pelo día sí, día no, cuando no todos los días, para mantener la grasa a raya.

No exagero; el pelo no me dura limpio dos días seguidos. A veces, si hay suerte, llego a  las veinticuatro horas, pero el efecto de dormir suele ser fulminante. Me voy a la cama con el pelo  recién lavado, limpito y resplandeciente, y me levanto con él aplastado, mate y dividido en fascículos a la altura de la coronilla. Es lo que hay y lo tengo asumido: tras una noche entera en contacto con la almohada, mi pelo ya no vuelve a ser el mismo.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Ponte lo que quieras

La adolescencia es dura, pero nos enseña lecciones muy importantes.


En la época que fue de los 12 a los 14 años —más o menos—, tuve una especie de fase rebelde en la que me volví en contra de cualquier cosa que tuviera que ver lo más mínimo con el hecho de haber nacido mujer. 

lunes, 18 de noviembre de 2013

De cajita BirchBox a joyero


Ya os comenté hace poco que llevo un tiempo suscrita tanto a BirchBox como a GlossyBox, dos cajitas de cosméticos que todos los meses recibimos en casa. Ambas vienen muy bien presentadas, son cajitas de un tamaño perfecto, de cartón resistente y de muy buena calidad. 

Tengo especial debilidad con las cajas, ya sean de madera o de cartón, y éstas son tan bonitas que me veo incapaz de tirarlas a la basura. Incluso mi madre, que es muy práctica, y le falta tiempo para tirar todo aquello a lo que no le vea utilidad, se resiste a deshacerse de ellas. 

Así que todos los meses las guardamos.

Si tenemos en cuenta que son dos cajas cada mes, es importante buscarles una utilidad, una buena excusa que les permita quedarse y continuar campando a sus anchas por la casa, sin miedo a terminar en la basura.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Sobreproteger de la vida y la muerte


Tenía 7 años cuando murió mi abuelo materno.

Recuerdo aquella noche como si hubiera sido ayer. Estábamos viviendo temporalmente en casa de mis otros abuelos, los padres de mi padre, porque nuestra casa —situada en la misma calle, un poco más arriba— estaba en obras. Aquellos días veía poco a mi madre, que se pasaba los días pegada al cabecero de la cama donde su padre se consumía y se apagaba lentamente. Mi abuelo tenía cáncer, y le habían mandado a casa a morir. No se podía hacer nada más.

Mi abuela paterna se ocupaba de nosotros, de mi hermano pequeño y de mí. Nos levantaba por las mañanas, nos preparaba el desayuno y nos llevaba al colegio. Por las tardes volvíamos a casa y hacíamos los deberes. Mi abuelo y mi padre volvían a casa después de trabajar, pero a mi madre casi no la veíamos. No solía cenar en casa. Si acaso llegaba para darnos un beso antes de acostarnos.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Joyas vintage en eBay

Me encanta eBay, y al mismo tiempo me satura. Es un pequeño universo donde es posible encontrar de todo. Literalmente de todo, y a cualquier precio. Hay chollos y gangas, pero también hay timos. A veces cuesta encontrar algo que realmente merezca la pena, o dar con un vendedor interesante.