viernes, 28 de junio de 2013

Windy Summer Morning


Gafas de sol: Decathlon
Collar: Imagine
Camiseta: ASOS
Pantalones: Pull&Bear
Bolso: Mango
Sandalias: Strover

jueves, 20 de junio de 2013

Pintar cajas de madera

Confieso que tengo una pequeña obsesión con las cajas de madera. Me encanta pintarlas y arreglarlas, y usarlas luego para guardar cosas. Muchas veces las cojo de la calle, otras las veo en tiendas y no puedo evitar comprarlas, incluso aunque no sepa para qué las voy a utilizar.


Es lo que me pasó con esta cajonera de IKEA.


martes, 18 de junio de 2013

Modcloth

ModCloth es otra de las tiendas de ropa online que visito con cierta frecuencia. Una de sus grandes bazas es su apuesta por democratizar la moda, ofreciendo prendas en todas las tallas habidas y por haber, abrazando las curvas y tratando de sacar lo mejor de cada complexión.


El estilo es similar a Ruche, con tendencia hacia lo vintage, aunque en general bastante más exagerado. Más basto, o menos elegante, por decirlo de alguna manera. Mientras que Ruche tiene quizá un punto retro, ModCloth recupera con descaro la moda de décadas pasadas, sin disimulos. Que a nadie le sorprenda encontrar zapatos al más puro estilo rockabilly, y prendas que parecen directamente sacadas de los años 50 y 60. Pañuelos en la cabeza, vestidos a media pierna con muchísimo vuelo, cinturilla de avispa, cuellos Peter Pan y escotes a lo Marilyn.

martes, 11 de junio de 2013

Terapia de corcho

Hace algunos años tuve un pequeño bache. Me levantaba por las mañanas sin ganas de hacer nada, cansada antes de empezar el día, en un plan muy negativo.
Hacía poco una amiga se había ido de Erasmus, y para que se llevara un recuerdo de todas sus amigas, le regalamos un corcho con fotos nuestras, con la idea de que al llegar allí lo colgara en la pared de su nueva habitación. No es una idea nueva ni tampoco muy original. Un corcho con fotos es algo bastante corriente en cualquier dormitorio.
Pero en el mío no había ninguno. Sí que tenía guardado, sin embargo, un corcho bastante grande —como de 1 metro cuadrado, más o menos— que había cogido un día por la calle. Lo encontré por casualidad volviendo a casa, apoyado contra unas cajas, junto al contenedor de la basura. Me lo llevé porque pensé que algún día podría serme útil.
Así que un día, durante aquel tiempo que estuve más baja de ánimo, me decidí a hacerme mi propio corcho con fotos, a modo de terapia. Después de cenar me senté frente al ordenador y me pasé varias horas seleccionando las fotos que más me gustaban. Imprimí muchísimas, más de cien seguro. Todas a un tamaño muy pequeñito, eso sí. La idea era que me cupieran muchas. Cuantas más, mejor.


Pensaba que me aburriría recortándolas, pero fue todo lo contrario. Me lo pasé pipa recordando todos esos buenos momentos que había vivido. Me reí mucho, y disfruté un montón preparando aquel corcho tamaño XXL, aunque me costó elegir qué fotos incluir y cuáles descartar, porque había impreso tantas que no me cupieron todas. Y eso que no me dejé ni un milímetro sin cubrir.
A la mañana siguiente, cuando me desperté, aquel corcho atiborrado de fotos fue lo primero que vi. Todas aquellas fotos, todos esos momentos congelados que me recordaban todo lo que había vivido, todo lo que era importante, y todo lo que merecía la pena. Tantas risas, tantas personas increíbles en mi vida, tantas cosas buenas… a lo mejor os parezco muy simple, pero aquello me ayudó un montón.
Me encantaba despertarme y ver mi corcho apoyado contra la mesa. Puedo pasarme horas enteras mirándolo. De vez en cuando todavía me quedo embobada recordando batallitas.

Si aún no tenéis uno, os recomiendo que lo probéis. Es una terapia increíble.

miércoles, 5 de junio de 2013

Ruche, o por qué mis ahorros se van por donde vienen

Voy a inaugurar este blog hablándoos de Ruche, la tienda que me arrastró al mundo de las compras por Internet  


Ruche es una tienda online de ropa actual inspirada en un estilo vintage que abarca las décadas de 1920 a 1960. Eso es lo que dicen de sí mismos. En realidad, tienen ropa bonita y elegante, escogida con muy buen gusto —salvo raras excepciones— de calidad y en general a buen precio, aunque de vez en cuando patinan un poco. Quizá donde más se les nota la inspiración vintage es en los zapatos. Además, también trabajan bisutería, ropa para bebés, vestidos de novia y accesorios para la casa y la oficina.
Muchas de sus prendas son atemporales, básicos de cualquier armario que no se pasan de moda, pero también siguen las últimas tendencias, adaptándolas, eso sí, a su línea romántica y dulce, en la que abundan los tonos pastel, los encajes y los estampados de flores. Si tenéis en mente algo un poco más rockero-rebelde-gamberro, no busquéis en Ruche.

Yo conocí Ruche de casualidad. Ya ni siquiera recuerdo cómo, aunque sospecho que fue a través de Pinterest. Lo primero que me llamó la atención fue un vestido amarillo precioso, con cuello peter pan y caída recta, con pequeñas tablas desde debajo del pecho hasta el dobladillo, y unas sandalias planas de tiras, también amarillas, del mismo color que el vestido.