Gel de baño Lida Eco con Oliva y Citrus

Un tema preocupante al que tienes que hacer frente tarde o temprano una vez has decidido dar el salto a la cosmética natural, es el hecho de que hasta en un herbolario o incluso en una tienda especializada en productos naturales te la pueden colar si no estás atento.

Hace poco recibí este gel de Lida a tamaño completo en una cajita EssentiaBox. A primera vista, es todo estupendo: un gel de baño con ingredientes 100% ecológicos, perfume natural, certificado por Ecocert y con un olor, así como a naranja, que dan ganas de merendárselo.

Pero como me la han colado tantas veces ya, tengo muy interiorizada la rutina de leer siempre los ingredientes, así que le di la vuelta y me puse al tema.

La primera sorpresa me la llevé al ver el Sodium Lauryl Sulfate como segundo ingrediente en el listado, sólo por detrás del agua. Tened en cuenta esto, si sois de los que os fiáis ciegamente de sellos y certificados: si este gel de baño, estando certificado por Ecocert, contiene Sodium Lauryl Sulfate, significa que Ecocert acepta dicho ingrediente en la composición de los productos que su sello certifica.

Personalmente, me parece cuanto menos extraño que un sello tan estricto como Ecocert acepte un ingrediente tan cuestionable, estando más que demostrado lo agresivo que puede resultar para la piel.

Peeero, son cosas que pasan. En el tema de la cosmética natural no te puedes fiar de nada ni de nadie. No basta con acudir a comprar a tiendas especializadas (os sorprendería la cantidad de productos malos o mediocres que venden en los herbolarios, cargaditos de los mismos ingredientes de los que ellos mismos reniegan, muchas veces por puro desconocimiento de lo que venden). No vale con que la marca sea de confianza (no será la primera vez que me pasa, que descubro un producto que me encanta y, al querer probar otros productos de esa misma marca, me llevo el chasco al descubrir que no tienen nada que ver con el primero, ni en cuanto a calidad ni en cuanto a formulación. ¿Queréis un ejemplo? Natura Sibérica. Me tiene completamente descolocada. Otro día os lo cuento) No vale con que el producto esté certificado como ecológico. Hay que leer la etiqueta, siempre.

Así que ya sabéis, si queréis evitar los sulfatos en geles de baño, pastas de dientes y champús, no os vale con la certificación de Ecocert para saber que el producto está libre de ellos. Tendréis que leer la letra pequeña.

ACTUALIZACIÓN: Me he estado informando un poco más sobre el tema y he visto que Ecocert acepta determinados tipos de sulfatos, como el Sodium Coco o el Sodium Lauryl Sulfate. Sin embargo, no admite el Sodium Laureth Sulfate. No porque sea un sulfato, sino por el método mediante el cual es obtenido. El Sodium Laureth Sulfate es un compuesto etoxilado, es decir, que para su obtención debe ser sometido a un proceso de etoxilación mediante la adición de óxido de etileno, que es una sustancia muy tóxica, de cuya reacción pueden desprenderse residuos carcinógenos. Ecocert prohíbe los compuestos etoxilados en cosmética, aunque sí que los acepta para productos de limpieza, siempre y cuando se cumplan una serie de requisitos previos.

El Sodium Lauryl Sulfate no es un compuesto etoxilado. Sin embargo, es bastante más irritante para la piel que el Sodium Laureth Sulfate. Es decir, que aquí Ecocert no está teniendo en cuenta lo agresivo o irritante que es un ingrediente para aprobarlo o prohibirlo, sino únicamente su método de obtención.

A mí, personalmente, cuando compro un producto ecológico y certificado, me gustaría poder tener la tranquilidad de estar comprando algo que no le va a hacer daño a mi piel. Y no hablo ya de cánceres, ni de mutaciones genéticas, ni de acumulación de metales pesados en el organismo, sino de algo mucho más simple, sencillo e inmediato: me gustaría saber que no me va a resecar, irritar o dañar la piel en modo alguno. Creo que no es algo tan complicado. Pero vamos, es mi punto de vista. No sé qué opinaréis vosotros al respecto; me encantaría saberlo.

Es una pena, porque el resto de los ingredientes están bastante bien. Siempre pasa igual, no sé por qué ponen tanto esmero en elaborar un buen producto, seleccionando los ingredientes, molestándose en incluir alguno de cultivo ecológico y esas cosas, para luego echarlo todo por la borda colando un tensioactivo irritante y agresivo. Para mí no tiene ni pies ni cabeza, qué queréis que os diga.

Pero bueno, sigo y con esto termino. La segunda sorpresa fue detectar una "ligera" trampa de marketing que quiere pasar por honesta e inocente, pero que puede inducir a error con cierta facilidad al consumidor incauto. En la parte delantera del gel podéis ver que pone claramente "gel de baño con oliva y citrus 100% ecológicos". Luego lo repiten en la parte de atrás, palabra por palabra.

¿Qué se entiende al leer esa frase? Si prestamos atención, está claro que lo que nos dice es que tanto el "aceite de oliva" (lo pongo entrecomillado porque, según el INCI, lo que en realidad contiene el gel es extracto de hoja de oliva, así que, de aceite de oliva, poco) como el "citrus" (también lo entrecomillo, porque por citrus podríamos pensar que se trata de zumo de limón puro, pero no es nada más que limón aguado) que contiene este gel son ecológicos. ¿No? Bien, pues entonces ¿qué sentido tiene añadir ese "100%"? Un ingrediente, o es ecológico, o no lo es. ¿O es que acaso puede contener oliva ecológica en un 27%? "Estupendo gel con ingredientes parcialmente ecológicos"¿lo imagináis? Eso no tiene ningún sentido. Si no lo es al 100%, es que no es ecológico (y, de hecho, Ecocert jamás lo habría certificado). No es que sea mentira, porque lo que dice es cierto, pero es una redundancia totalmente innecesaria.

Ahora bien, si profundizamos un poco más veremos que únicamente esos dos ingredientes que anuncian a bombo y platillo son de origen ecológico. Aun así, la marca se llama a sí misma Lida Eco, contribuyendo a aumentar aún más la confusión entre los términos ecológico y natural, que no son lo mismo. Este gel es natural en un 99,86%, pero únicamente un 5% de sus ingredientes proceden de la agricultura ecológica. ¿Te autoriza eso a llamarte "Eco"?

Es más, las propias directrices de Ecocert determinan dos niveles de certificación distintos. Si un producto contiene, como mínimo, un 50% de ingredientes de origen natural y un 5% de ingredientes ecológicos certificados, éste se considerará como "cosmética natural". Sin embargo, en caso de que éste contenga al menos un 95% de ingredientes naturales y un mínimo de un 10% de ingredientes ecológicos, se podrá certificar como "cosmética natural y ecológica". 

En el caso de este gel, sí cumple el mínimo de ingredientes naturales, pero con su 5% de ingredientes de origen orgánico no llega al mínimo establecido del 10% para considerarse cosmética ecológica. Por eso está certificado como "cosmética natural", pero no como "cosmética ecológica", según los propios estándares de Ecocert. Los de Lida Eco, sin embargo, obvian este hecho anunciando a los cuatro vientos la presencia de sus dos ingredientes "100% ecológicos"¿veis el juego? Es más, el eslogan de la marca es "La forma ecológica de proteger tu piel". Ya me diréis qué tiene de ecológico el Sodium Lauryl Sulfate, o de qué forma protege la piel un sulfato irritante. En fin.

ACTUALIZACIÓN: Según he podido leer en este artículo, publicado por BIORKI, de acuerdo con las directrices de Ecocert, para que un producto pueda incluir la palabra ecológico en su etiqueta, debe cumplir con una serie de requisitos previos. Uno de ellos es no incluir, y cito textualmente, "tensioactivos que sirven para producir espuma". Esto agrava la trampa de marketing aún más, si cabe, ya que el Sodium Lauryl Sulfate, independientemente de cual sea su origen, es un tensioactivo que produce espuma. Pero los de Lida "Eco" siempre podrán defenderse recalcando que la palabra ecológico en su etiqueta hace referencia únicamente a dos ingredientes muy concretos, y no al producto en su totalidad. Y con eso se irían de rositas.

Por cierto, el gel no es carísimo, pero tampoco precisamente barato: 4,30 euros 500ml.

La conclusión de todo este rollo que he soltado es que ni siquiera cuando un producto viene avalado por un sello te puedes fiar a ciegas. Así que LEED LAS ETIQUETAS.