lunes, 17 de noviembre de 2014

Herbal Essences, "100% ingredientes botánicos", o la desinformación en la prensa

El otro día me encontré en la edición impresa de ABC Salud con este despropósito de artículo, y no quería dejarlo pasar sin decir un par de cosas al respecto.



Según el artículo, hay muchas falsas creencias y mitos que desterrar con respecto al tema del champú y el cuidado capilar. Hasta ahí, no puedo estar más de acuerdo. Pero a partir de ese punto estas dos hojas impresas se convierten en una sarta de tonterías e inexactitudes que dan ganas de echarse a llorar, donde canta a los cuatro vientos que la periodista que lo ha escrito no sólo no tiene ni idea de lo que está hablando, sino que ni siquiera se ha molestado en documentarse un poco, y mucho menos en contrastar sus afirmaciones. Mezcla churras con merinas y nos habla de las bondades de los aceites minerales "formulados especialmente para hidratar la piel", nos aclara que las siliconas no son "veneno puro", como dicen algunos (¿quiénes? porque yo eso no lo he escuchado en mi vida), ni tan malas como las pintan y nos menciona de pasada algo sobre unos disolventes (los sulfatos o tensioactivos), sin aclarar lo que son, cómo funcionan o cuál es el problema que plantean. Vamos, que se nota que habla sin tener ni idea, sacando de aquí y allá retazos de opiniones de "expertos" y mezclándolas sin ton ni son. Os pongo un par de ejemplos para que veáis de qué hablo.

Analicemos la "lógica" de este párrafo: 1. Algunas sustancias pueden irritar el cuero cabelludo. 2. Estas sustancias no sólo se encuentran en el champú, sino en todos los productos cosméticos. 3. Por lo tanto, sólo las personas con alergias deberían evitar dichas sustancias. ?¿

En este caso, se ofrece una respuesta totalmente distinta a la pregunta formulada. Pregunta: ¿dejan los sulfatos la piel expuesta y vulnerable? Respuesta: los productos que se comercializan de forma legal no producen lesiones en la piel.
¿Qué tiene que ver dejar la piel expuesta con producir lesiones? ¿Y el tocino con la velocidad? Pues eso.

"veneno puro"

A pesar de todo, la autora se atreve a dárselas de experta y nos ofrece tres o cuatro recomendaciones de los que son, a su juicio, los mejores productos —y los más saludables, ojo— para el cuidado del cabello. Entre ellos, un acondicionador de Herbal Essences (mal escrito en el artículo, por cierto, sin una sola mayúscula), con "100% ingredientes botánicos" "a base de fruta de la banana". 

¿Alguien me puede explicar qué es eso de "ingredientes botánicos"? Me parece un término raro, confuso. Y encima un 100%, toma ya. ¿Pero qué significa exactamente eso? ¿100% ingredientes de origen natural? ¿100% de ingredientes orgánicos? ¿Son todo plantitas y aceites vegetales? Tratándose de un acondicionador, y encima de una marca como Herbal Essences, difícil lo veo. Pero ahí lo tenéis, impreso en letras bien grandes:


Como no lo sé, y no lo entiendo, me voy a la página web de Herbal Essences, a ver si ahí me lo explican y me aclaro. Pero no encuentro nada porque la web es un desastre (y además debe estar funcionando mal o algo, porque la visuialización es horrible). 

Sólo me entero de que se llama Acondicionador Reparación Intensa, de la línea Reparación Intensa. En la misma línea también hay un champú, en cuyo envase se nos indica, amablemente, que contiene "0% siliconas" (aunque, de hecho, incluso esto es mentira porque sí que las lleva. Contiene un PEG, que es una silicona soluble en agua). Menos mal que lo aclaran. Es taaaan normal que un champú lleve siliconas; son taaan necesarias en su formulación... Decir que un champú lleva 0% siliconas es igual que poner un cartel que diga "0% talco" o "0% quitaesmalte" o "0% lentejas". Ya sé que mi champú no lleva lentejas, gracias. ¿Por qué habría de llevarlas? Pues eso. A no ser que se trate de un champú 2en1, de esos que son champú y acondicionador al mismo tiempo, un champú jamás tendría por qué llevar siliconas. Y si las lleva, lo hace para engañarte y hacerte pensar que te ha dejado un pelo brillante y precioso, aunque sea mentira. Así que si ves que un champú presume de eso, ya lo sabes: es porque no tiene de qué presumir, y por tanto conviene preocuparse por lo que sí contiene, y de lo cual te está intentando distraer.



En fin, sigo buscando. 

Ajá, lo encuentro. Una nota de prensa, de abril-mayo. Herbal Essences ha decidido rescatar su línea clásica, con el famoso envase original. La nota de prensa de presentación incluye la siguiente frase:

Sus icónicas botellas, con fórmulas exquisitas, aromas y extractos naturales vuelven por petición popular para transportarte a un mundo lleno de placer nostálgico. Los clásicos champús y acondicionadores de Herbal Essences, hechos con un 100% de ingredientes botánicos, convertirán la ducha en una experiencia orgánica que te transportará a la naturaleza más exótica.

Bueno, miesterio resuelto. Ya sabemos de dónde ha salido la frasecita "100% ingredientes botánicos". Es un copia-pega directo de un mensaje corporativo de la propia firma, del departamento de comunicación de Procter&Gamble. ¿Se habrá molestado la autora del artículo del ABC en constatar al menos la veracidad de esa afirmación? ¿O se estará simplemente limitando a repetir como un lorito aleccionado lo que otros le han dicho que debe decir? ¿Se lo creerá de verdad? ¿O será que le pagan por hacerle publicidad a la marca?

Como las notas de prensa corporativas merecen, al menos por mi parte, credibilidad cero, y no sé por qué no me termino de fiar de la profesionalidad de la señora que firma ese artículo de opereta, decido seguir investigando por mi cuenta, y verificar la información. Quiero saber qué significa exactamente eso de 100% ingredientes botánicos. Me intriga mucho.

Por supuesto, en la web no viene nada. Ya os digo que es un desastre. Sólo hay foto de la parte delantera del envase (la bonita, y vacía) y una descripción escueta pero muy florida: "Mímate con esta rica y perfumada mezcla de extractos de jengibre, canela y banana. Especialmente creado para ofrecer a los cabellos secos o dañados una dosis esencial de hidratación revitalizante, este delicioso acondicionador hará que tus cabellos luzcan brillantes, suaves y espléndidos".

Lo curioso es que en ninguna parte del envase pone nada de ingredientes botánicos. Mmmh, sospechoso, ¿no? Sobre todo con lo que les gusta a las marcas comerciales presumir de sus bondades, incluso de las más obvias, como en el caso de su champú hermano, el de la pegatina de 0% siliconas.

¿Me tendré que ir a un supermercado para poder ver el INCI dichoso en el mismísimo envase?

Por fin, después de mucho buscar, lo encuentro. En una página británica, porque en español no hay manera. Os copio y pego el INCI, para que os deleitéis con él:

Aqua, Stearyl Alcohol, Cyclopentasiloxane, Cetyl Alcohol, Stearamidopropyl Dimethylamine, Glutamic Acid, Dimethicone, Parfum, Benzyl Alcohol, EDTA, Limonene, Butylphenyl Methylpropional, Benzyl Benzoate, Limonene, Propylene Glycol, Hydroxyisohexyl 3-Cyclohexene Carboxaldehyde, Amyl Cinnamal, Magnesium Nitrate, Zingiber Officinale, Musa Sapientum, Cinnamonum Cassia, Hydrolyzed Wheat Protein, Methylchloroisothiazolinone, Hydrolyzed Wheat Starch, Magnesium Chloride, Citric Acid, CI 14700, CI 47005, Methylisothiazolinone, Triacetin, Potassium Sorbate, Sodium Benzoate, Phenoxyethanol, Methylparaben, Ethylparaben, Butylparaben, Propylparaben, Isobutylparaben


¿Qué puedo decir? Toda una orgía de siliconas (mogollón de siliconas, y por supuesto aquí el envase no presume de nada. Ponemos bien grande que el champú no contiene siliconas, pero respecto al acondicionador, ni pío), parabenos, alcoholes, sustancias contaminantes, perfumes sintéticos, phenoxyetanol... hasta nueve conservantes diferentes cuento yo, así de primeras, sólo dos de ellos naturales (Potassium Sorbate y Sodium Benzoate), y cinco —nada menos que CINCO— PARABENOS, todos ahí juntitos, al final del listado. Cinco. Madre mía. Creo que es un récord. 

Por cierto, por si os queda la duda, la fruta de la banana, a base de la cual está —supuestamente— formulado este acondicionador, ocupa el puesto número 20 del INCI (Musa Sapientum), por detrás de otros 19 ingredientes y sólo por delante de los conservantes, los espesantes y los colorantes.

En definitiva, ¿qué significa 100% ingredientes botánicos? NADA. Absolutamente nada. Es más, es una mentira como una catedral. Y van y lo recomiendan como la panacea de los suavizantes, como si no hubiera mogollón de alternativas realmente sanas y naturales que le dan mil vueltas a esta basura.

Pero en realidad a mí no me sorprende nada todo esto, ¿y a vosotros? Lo que de verdad me quema y me revienta es que un periódico que mucha gente (yo desde luego no) considera serio y respetable, en un suplemento que se considera con la autoridad suficiente para hablar sobre SALUD, venga y me diga que un acondicionador está hecho con un 100% de ingredientes botánicos porque el redactor de turno lo ha leído por ahí en una nota de prensa (emitida por la misma compañía que fabrica el acondicionador en cuestión) que ni se ha molestado en contrastar, y que yo me lo tenga que creer, porque ellos son periodistas y el artículo está impreso y publicado en un medio "serio", y por lo tanto tiene que ser verdad.

Yo también soy periodista, y cada día me avergüenzo más de la profesión.  

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo contigo. Pero bueno, desde que vi que el periódico era ABC, ya me puse el cinturón para las tonterías.
    Hoy en día no hay manera de informarse bien acerca de este tema, mi teoría es que lo esconden porque, bien mirado, hoy en día lo que abundan son los productos cosméticos híper artificializados. Esto es, la competencia en el mercado por ofrecer unos y otros resultados lleva a los laboratorios a crear fórmulas "fáciles" que den un aspecto atractivo al cabello, aunque sólo sea temporal... Las siliconas (es mi teoría), se encargan de esto. ¿Por qué lo pienso? Bueno, no se habla mucho al respecto, son los propios consumidores los que han tenido que investigar y darse cuenta, y las marcas ocultan esto de su promoción, de manera que quien no esté bien informado y se conozca los nombrecitos (que también son facilitos), de los compuestos que no deberían llevar los productos, sea fácilmente engañado o digamos embelesado por las palabras acogedoras de sus anuncios: "mímate y recupera la esencia y brillo natural de tu pelo" "repara veinte años de daños en sólo un lavado".

    Al consumidor le gusta oír esta palabrería, más propia de mercados de hechiceras y alquimistas de la Edad Media, echarse el ungüento en el pelo sin tener ni idea de si lleva saliva de rana et voilá. Es cierto. Tu pelo está súper brillante y suave al primer uso. ¿Por qué será?
    No sé realmente si las siliconas, el petróleo, los parabenos, alcoholes, realmente son tan nocivos, pero da que pensar. Hay tantas cosas ocultas en la industria ya no sólo cosmética, sino incluso farmacológica y que tiene que ver a mayor escala con la salud (azúcares naturales que pueden tomar los diabéticos, que no alteran la flora intestinal y con bajo índice glucémico, como es el azúcar de abedul, totalmente oculto mientras se promocionan toneladas de tipos de edulcorantes artificiales), hacen pensar que este mundo moderno en el que vivimos ya no busca ni buscará nunca lo mejor para la salud y el bienestar del consumidor, sino que de nuevo nos hallamos en el mercado de la triquiñuela, la engañifa y la creatividad cotidiana de inventar cada día nuevas fuentes de juventud que sustituyan la carísima, definitiva y prometedora que compramos la semana pasada.

    Habrá que andarse con ojo y por ahora no abusar ni de productos altamente siliconados, ni de los que prometen que todos sus componentes son de origen natural. Ojalá la modernidad signifique algo más que engañar mejor a la gente, y dé resultados elaborando mejores productos para no tener que jugar a esto.

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