miércoles, 26 de noviembre de 2014

Pasta de dientes con Ratania, de Weleda

La pasta de dientes Ratania, de Weleda, fue el primer dentífrico natural que probé. Como era el primero, y acostumbrada como estaba a los Colgate, Kemphor y Licores del Polo de toda la vida, no sabía muy bien qué esperar ni a qué atenerme.


Clases de alemán con Weleda: gracias a este envase tan feo he aprendido que
Zahn es diente; Zahncreme, pasta de dientes; y, Zahnfleisch, encías

Me hice con ella a través de Ecco Verde, que fue donde la descubrí. Me costó 4,49€ el tubo de 75ml. (casi un euro más barata que la de Green People, y eso que viene más cantidad). 

Si nunca habéis probado un dentífrico natural, probablemente la primera vez que lo hagáis os cause una pequeña conmoción (por eso en otro post recomendaba la pasta de dientes XilyWhite, de Now Foods, como una buena opción para comenzar a hacer la transición hacia lo natural, ya que su textura y sabor son muy similares a los de las pastas convencionales).


Pero bueno, el ser humano está diseñado para adaptarse a los cambios. A todo nos hacemos enseguida, incluso en las situaciones más difíciles o extrañas. Así que adaptarse a algo tan tonto como una nueva pasta de dientes no es gran cosa para nosotros. Sólo hace falta algo de paciencia y un poquito de perseverancia. A los tres días le tienes pillado el truco. De hecho, a mí ahora se me hace raro cuando uso una pasta de dientes convencional. Alguna vez, por la fuerza de la costumbre, me he confundido de tubo, y he acabado usando la de Kemphor y me ha pasado justo lo mismo que al cambiar a lo natural, pero al contrario. La "menta" (artificial, por supuesto) me sabe extraña, química, y ya no me gusta que se me llene la boca de espuma. En menos de un mes, se me ha olvidado cómo era la textura y el sabor de las pastas de dientes que llevaba usando toda la vida, y ya ni siquiera me gustan.

Como sabréis, la pasta natural (natural de verdad) no hace espuma, porque no contiene sulfatos,que son los agentes responsables de producirla. Esto, que puede parece una tontería, hace que la experiencia de cepillarse los dientes sea totalmente diferente, y mucha gente rechaza los dentífricos naturales precisamente por este motivo (algo parecido pasa con los champús). De forma incomprensible, la industria del marketing ha conseguido grabarnos a fuego en la cabeza que la espuma es buena, y que un producto no es efectivo —no limpia— si no produce una abundante cantidad de la misma. Esta idea es completamente falsa, además de absurda. En el caso de la pasta de dientes, la espuma es puramente decorativa. No hace nada, no aporta nada. Lo que realmente limpia no es la pasta, y mucho menos la espuma; lo que realmente limpia es la fricción del cepillo contra los dientes.

Ahora bien, todo esto no quiere decir que esta pasta de dientes en concreto, tan sana y tan natural, me entusiasme. Ya os conté también que cuando empecé a usarla se me coló por en medio la de hinojo y propóleo, de Green People, y ya seguí con ella hasta que se me terminó, haciendo un paréntesis con ésta

La de Green People se parece mucho a la de Weleda en cuanto a composición. Ambas tienen una base de arcilla blanca, además de compartir algunos de los aceites esenciales que les dan sabor, como el de hinojo o la mirra. Sin embargo, hay también varias diferencias que hacen que, en conjunto, me decante por la de Green People. 

Para empezar, la de Green People no tiene color; es una pasta grisácesa y arcillosa, con su color natural, como debe ser. Por el contrario, la de Weleda no sólo tiene color, sino uno bastante desagradable, además. Es como un malva apagado, grisáceo, triste. 


Igual es una movida psicológica rara mía, pero me parece un color muy desagradable, como enfermizo. Y lo peor de todo es que a la larga tiñe el cepillo. Con el uso, las cerdas acaban absorbiendo el color por la base. 

Eso sí, si algo bueno puedo decir en su favor, es que es un color natural, debido al extracto de raíz de ratania  (Krameria Triandra), que es la que da nombre a la crema y al parecer es estupenda para tratar la inflamación de las encías. No contiene ningún colorante artificial en su formulación.



No tengo fotos de la caja donde venía el envase, pero os copio y pego su formulación, para que podáis ver el el INCI completo:

Water (Aqua), Calcium Carbonate, Glycerin, Magnesium Aluminum Silicate, Alcohol, Krameria Triandra Root Extract, Commiphora Myrrha Extract, Xanthan Gum, Mentha Piperita (Peppermint) Oil, Mentha Viridis (Spearmint) Leaf Oil, Foeniculum Vulgare (Fennel) Oil, Limonene*, Ammonium Glycyrrhizate. 
* from natural essential oils

Y éste es el de la crema de Hinojo y Propóleo, de Green People, por si queréis comparar:

Calcium Carbonate, Glycerin**, Aqua, Betaine, Xanthan Gum, Aloe Barbadensis Leaf Juice Powder*, Aroma [Foeniculum Vulgare Oil*, Cinnamomum Zeylanicum Leaf Oil*^, Eugenia Caryophyllus Bud Oil*, Commiphora Myrrha Oil^], Propolis*, Olea Europaea Leaf Extract, Eugenol, Limonene. 
*Ingredient From Organic Farming 
**Made using organic ingredients 
^Fairly traded

Como veis, la de Weleda es estupenda pero la de Green People, en este caso, me parece mejor. Aunque también es verdad que es bastante más cara.

En cuanto a la de Weleda, la cosa no mejora con el sabor. También es verdad que yo ya me he acostumbrado y apenas lo noto. Me sabe a pasta de dientes normal y corriente. Pero recuerdo que al principio me supo asquerosa rarísima, a menta primero, y dejando al final un regusto fresquito con un punto amargo como de anís, o regaliz, que me generaba sentimientos encontrados.

La única pega que le puedo sacar al hecho de que la pasta no haga espuma es que es facilísimo mancharse con ella. Salpica un montón y lo pone todo perdido. Al principio cuesta un poquito cogerle el truco, pero luego ya bien. Además, he notado que cunde bastante. Hace tiempo ya que tengo ganas de acabarla, pero no hay manera, siempre queda un poco más de pasta al fondo del tubo que se puede aprovechar.


Sin embargo, aunque cunde mucho, no me entusiasma el formato. No sólo porque el diseño sea horriblemente feo, que eso me da más igual, sino porque no es nada funcional. El típico envase de aluminio que tienes que ir plegando y replegando para conseguir extraer todo el producto, por muy común que sea, no me parece la opción más práctica para una pasta de dientes. Es incómodo, trabajoso (sobre todo cuando queda poco producto), y además puede pasarte como a mí y que se te termine rompiendo por alguno de sus pliegues, con el consiguiente pringue y desperdicio de pasta de dientes (y no la regalan precisamente). 


En cuanto a limpieza, cumple su función. Deja una sensación fresquita y agradable en la boca después de usarla, y creo que a mis encías delicadas les va bastante bien (aunque sospecho que, en lo que a encías se refiere, la clave no está en la pasta de dientes, sino en la dureza del cepillo, así como en la técnica de cepillado).

En definitiva, con todo lo bueno y lo malo que tiene, y teniendo en cuenta la experiencia con la de Green Pepole, le doy un 6. No renuncio a probar otras pastas de dientes de Weleda en el futuro, pero con ésta en concreto no creo que repita.

2 comentarios:

  1. Pues a mí el color de esa pasta de dientes me encanta, me parece precioso. Me la he comprado hoy porque no puedo comprar por internet y en mi ciudad es la mejor que he visto en las herboristerías. Me molesta que en todas haya pastas de dientes de Corpore Sano, porque me parece una marca horrosa (al menos para las pastas de dientes). Llevan más o menos lo mismo que las pastas de dientes comerciales, incluso hace bien poco le quitaron los parabenes. Y encima está más cara que la de Weleda.

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    1. ¿Has probado ya la pasta de dientes, Mitsuki? ¿Qué tal te va? :) Yo lo del malva en la pasta de dientes no lo acabo de ver, pero también es verdad que el color es lo de menos cuando se trata de buscar productos efectivos fabricados con ingredientes de calidad. Me llama mucho la atención lo que dices de Corpore Sano porque hace un tiempo estuve a punto de coger uno de sus champús en un herbolario y al darle la vuelta y leer la etiqueta salí corriendo porque, a pesar de tratase de un producto certificado por Ecocert, el segundo ingrediente, sólo por detrás del agua, era el Sodium Laureth Sulfate. Desde entonces desconfío de la marca, y ya si me dices eso de la pasta de dientes, le pongo directamente la cruz.

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