Combinación de colores: naranja y azul

No es ningún secreto que el naranja y el azul quedan bien juntos. Incluso la propia naturaleza nos lo dice cada día. 

Como seguramente sepáis, ambos son colores complementarios en la rueda de color, es decir, se encuentran en extremos opuestos del círculo cromático, uno frente a otro, por lo que al juntarlos ofrecen un fuerte contraste.

Es algo que en el mundo de la publicidad saben muy bien. Tanto, que últimamente son de lo menos originales a la hora de elegir colores, como ocurre en el caso de los carteles de cine, que parecen todos iguales. ¿Os habéis fijado en la cantidad de ellos que juegan con el contraste naranja-azul, independientemente del tipo de género de la película en cuestión? Los ejemplos son casi incontables.

Así pues, el naranja y el azul también quedan estupendamente cuando se visten juntos, y hay tantas formas de combinarlos y sus tonalidades ofrecen tantas posibilidades, que resulta difícil cansarse de ellos. De hecho, es probable que sea una de las combinaciones más versátiles que existe. El naranja y el azul se pueden llevar de mil maneras distintas: ya sea marcando el contraste más atrevido, o de forma tan sutil que apenas se note la combinación de ambos colores.

El naranja y el azul pueden vestirse juntos en una misma prenda, o bien combinando ropa de cada color. 

En caso de tratarse de una única prenda con estampado azul-naranja, sería recomendable combinarla con otros tonos sólidos y más neutrales, que hagan de lienzo, para conseguir que los colores resalten y luzcan, en lugar de quedar eclipsados por otros estampados o colores llamativos. Pero eso es cosa mía, que no soy muy de combinar estampados arriesgados entre sí. Hay que tener mucha maestría en el asunto para no parecer un tenderete ambulante, y yo no la tengo.

Combinando ambos colores por separado, en prendas sólidas, el efecto puede ser de lo más variado. Desde un fuerte contraste realmente llamativo, hasta algo mucho más sutil y discreto.

   

Y es que tanto el azul como el naranja son dos colores con una gama cromática muy amplia, especialmente el azul, que abarca tonalidades tan dispares como el turquesa o el azul marino. 

Aunque ambos son distintos tonos de azul, tienen muy poco que ver uno con otro. La clave al combinarlos con el naranja, que también tiene una gran variedad de tonalidades, desde las más brillantes e intensas hasta las más apagadas, es saber elegir el tono adecuado de cada color, para que ambos se complementen bien el uno al otro.

Fijaos qué diferencia, según se combinen tonos apagados o más alegres:

Los tonos más alegres resultan muy apropiados para la primavera o el verano. No sólo para el día a día, sino también para ocasiones más formales, donde pueden aportar un toque alegre y juvenil, sin perder ni pizca de elegancia.

En cambio, los tonos apagados son una apuesta segura para el otoño-invierno.

Probad también a jugar a combinarlos en alguno de los complementos, como un toque de color que ofrezca el punto justo de contraste, como un collar, un bolso o unos zapatos. Es una forma más discreta de llevarlos, y queda fenomenal.

Además, bien llevado, el tándem azul-naranja puede ser de lo más versátil. No sólo admite combinaciones con otras prendas estampadas... 

...sino también con colores muy intensos, como el verde, el morado o el amarillo.

Para acabar, os dejo una muestra de que no todas las decisiones resultan acertadas cuando se trata de mezclar prendas y colores.