lunes, 16 de junio de 2014

De gatos que salvan vidas: La historia de James y Bob

Últimamente he recuperado un ritmo de lectura que hace mucho, mucho tiempo que creía haber perdido para siempre. Lo cual es bueno, ya que mi lista de libros por leer es tan larga que ya se había vuelto inmanejable. Por eso prefiero no pensar en ella y simplemente disfrutar lo que leo, sin agobios. Y me está yendo muy bien.

Ayer precisamente terminé un libro no demasiado largo, que compré hace no mucho en Vips por pura curiosidad, y que llevaba un tiempo esperando su turno en la estantería: 'Un gato callejero llamado Bob'. Igual os suena haberlo visto por ahí. O igual no. Quizá sea cosa mía, que siempre que veo un libro con un gato en la portada acabo por llevármelo a casa.


Ya me pasó en su día con otro libro que se me pegó a la mano, 'De guardia con Óscar', la historia real de un gato que vivía en una residencia para ancianos con demencia senil en fase terminal.

A primera vista, Óscar parecía un gato muy normal y de hecho lo era, pero tenía una rara habilidad: era capaz de intuir cuándo una persona estaba a punto de morir. Nadie sabía cómo lo hacía, pero el caso es que, de algún modo, lo sabía. Incluso antes que los propios médicos. Cuando a una persona le quedaban poco tiempo de vida, el gato se tumbaba a los pies de su cama y no se movía de allí en horas, o incluso días. No había forma de echarle. Se quedaba allí hasta el final, tanto tiempo como hiciera falta, acompañando a los enfermos en sus últimas horas, regalándoles el consuelo de su calor y de su compañía.

Igual os parece una tontería, pero a una persona enferma y sola, incapaz ya de reconocer a sus familiares, o incluso abandonada por ellos, el calor real, sereno y constante de un gato hecho un ovillo a sus pies, velándole sin descanso las veinticuatro horas del día, durante el sueño y la vigilia, puede ser el mayor de los consuelos.
'Un gato callejero llamado Bob' cuenta la historia de otro gato muy especial, que, a su modo, salvó la vida de una persona, también muy especial. Narrado en primera persona por James Bowen, autor y protagonista a un mismo tiempo, el libro cuenta la historia real de un hombre y un gato que se conocieron en las calles de Londres, en la primavera de 2007. Un encuentro, aparentemente casual, que cambió la vida de ambos para siempre.


Aquella primavera, James estaba en pleno proceso de recuperación de su adicción a la heroína. Vivía en un piso de protección oficial y sobrevivía como buenamente podía, ganándose la vida como músico callejero, tocando la guitarra en las calles de Londres. Sacaba lo justo para comer cada día, y pagar cada mes el agua, la luz y el alquiler.

Pero todo aquello empezó a cambiar el día que, al volver a casa, se encontró con un gato naranja hecho un ovillo en su portal.

Casi como si estuviera esperándole.


Bob llegó a su vida herido y maltrecho, con un misterioso pasado del que sólo se podía adivinar una cosa: que había malvivido en la calle. Como él. Como James. Quizá fue por eso que, desde ese día, por un impulso casi instintivo, como si en el fondo supieran que estaban destinados a encontrarse, ambos empezaron a cuidar el uno del otro.


'Un gato callejero llamado Bob' es la narración, sencilla y directa, sin adornos ni dramatismos, de ese día a día. Una historia auténtica que habla de aislamiento y soledad, pero también de segundas oportunidades, de esperanza, de recuperar las ganas de vivir, de almas gemelas que se encuentran, de lazos inquebrantables, de lealtad y de amistad sincera, de esa que pone la piel de gallina y que no se puede explicar con palabras.

Si os gustan los gatos, no dejéis de leerlo. Y si no os gustan... quién sabe, quizá esta historia os haga cambiar de opinión.


Podéis ver el Facebook de James y Bob aquí (de ahí son las fotos). A mí me emocionó mucho descubrirlo justo después de haber leído el libro y comprobar cómo todo era real, y saber que James y Bob andan ahora mismo, mientras escribo esto, en algún lugar de Londres, juntos. Como siempre.

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