martes, 12 de mayo de 2015

Crema hidratante 'White Chocolate Truffle', de MuLondon

El otro día estrené por fin esta joyita que compré hace ya tiempo en la página web de EccoVerde.



Descubrí la marca británica MuLondon a través del blog de Nina Benito, y hacía tiempo que le tenía ganas. Tras leer la entrevista que le hizo al creador de la misma, no tardé en animarme a probarla, y me hice para ello con uno de sus productos estrella: el 'Organinc White Chocolate Truffle Moisturiser', una crema hidratante que perfectamente podría pasar por un delicioso postre casero. Y para qué voy a mentir, con el tema del chocolate blanco me tenían ganada desde el principio.

Aunque es apta para todo el cuerpo, incluso también para la cara (de hecho, en Ecco Verde está clasificada como crema facial). Yo personalmente para la cara no la veo (mi frente no es capaz de asimilar esa bomba de hidratación), pero igual a alguien con la piel muy seca le puede ir estupendamente. En mi caso la compré pensando sobre todo en las piernas, que suelo tenerlas muy secas, e incluso algo descamadas por la zona de los tobillos y las espinillas, y más en invierno. Es una crema para todo tipo de pieles, aunque está especialmente indicada para pieles secas o muy secas, por su alto poder nutritivo (tened en cuenta que toda ella es pura manteca y aceite).

Cuando por fin llegó a casa (he de decir que Ecco Verde funciona estupendamente, he comprado ya varias veces allí y nunca he tenido ningún problema), lo primero que me sorprendió fue su tamaño; el envase me pareció enano. Monísimo, y con un diseño precioso, pero enano. Será que no me fijé en la cantidad, o que la foto me despistó. El envase contiene 60ml. de producto y su precio, al menos en Ecco Verde (no he comparado), es de 19,99 euros.


Muy caro, podréis pensar. Yo antes lo habría pensado. Sin embargo, no lo es tanto. En primer lugar porque, después de varios días, me he dado cuenta de que si se usa bien cunde mogollón; y, en segundo lugar, porque esta cremita, aquí donde la veis, contiene un 100% de ingredientes naturales y activos. Sí, así, como lo oís. Un 100%. Todo en esta crema es útil, todo se aprovecha, no como otras, en las que más de la mitad es agua. Estamos hablando de 60 ml. puros, sin adornos. Pero ahora volveré con eso. Antes quiero aclarar por qué digo eso de "si se usa bien". Bueno, pues porque el primer día me la puse sobre la piel tal cual, y como es más una manteca con textura de mousse que una crema al uso, me costó bastante extenderla y conseguir que se absorbiera. Tuve que estar un buen rato insistiendo y masajeando, y yo es que no tengo mucha paciencia para estas cosas.

Varios usos después... y sigue prácticamente entera

Luego leí en el envase que había que usar poca cantidad, aplicándola sobre la piel húmeda, y la cosa cambió totalmente. Ahora lo que hago es ponérmela inmediatamente después de la ducha. Me seco un poco por encima con la toalla y, con la piel todavía húmeda, aplico la crema. Así cunde más, tengo que usar mucha menos cantidad, y se extiende y absorbe mucho mejor y más rápido que aplicándola sobre la piel totalmente seca.

Aunque la textura de la crema es sólida (vamos, que de crema tiene poco) y al cogerla entre los dedos parece más bien una mousse esponjosa (es una gozada hundir el dedo en el envase y sentir cómo se va rompiendo con la presión), al contacto con el calor de la piel se deshace enseguida y se vuelve líquida y espesa, como un aceite, por lo que es muy fácil trabajarla.


Aplicándola sobre la piel húmeda se absorbe en apenas unos segundos, dejando la piel muy muy suave, sin sensación grasa, fresquita, jugosa e hidratada. 

El olor es algo que me tiene completamente loca. La crema desde luego hace honor a su nombre. Cada vez que desenrosco la tapa meto la nariz en el tarro durante un buen rato, y es una gozada. Confieso que he llegado a tener verdaderas dificultades para resistirme a llevarme un pedacito a la boca. La tentación de probarla es fuerte. De hecho, si mi madre hubiera tenido algo así en su armario cuando yo era pequeña, me la habría comido seguro. Es que ese olor a chocolate blanco... y esa mezcla de cacao, vainilla y karité... buah. Si la habéis probado, lo sabéis. 

Y lo mejor es que luego ese olor tan rico perdura sobre la piel. 

Si os fijáis en el envase, veréis que luce orgulloso toda una ristra de sellos y certificaciones, que no hacen más que confirmar la calidad de sus componentes, así como los procesos, los principios y la filosofía de la marca. Ecológica, vegana, respetuosa con los trabajadores, con los animales, con el medio ambiente... en fin, no se puede pedir más.


Antes he estado tentada de decir que lo mejor de esta crema era su olor, pero hay algo que es aún mejor, y mira que es difícil: sus ingredientes. Como ya he mencionado, esta crema contiene un 100% de ingredientes naturales, todos ecológicos excepto uno, además de un 100% de principios activos. No contiene agua, por lo que se trata de una fórmula muy concentrada, y por lo tanto muy potente. La crema está formulada únicamente con 6 ingredientes, ni uno más ni uno menos: manteca de karité, manteca de cacao, aceite de jojoba y extractos de romero, vainilla y cacao. ¿No os encanta ver un INCI tan claro, tan sencillo y tan cortito?

Mirad qué maravilla
No puedo decir nada malo de MuLondon. Me ha conquistado del todo. Ojalá más marcas siguieran el ejemplo y se dedicaran a hacer las cosas bien, en lugar de tanto timo, tanto engaño y tanto tratar de manipular al consumidor. 



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