martes, 4 de marzo de 2014

Flechazo de primavera: falda midi

Veo venir que esta primavera me va a dar fuerte por las faldas a media pierna, las llamadas faldas midi. Ya tuve un pequeño brote el año pasado, y a lo largo de todo este otoño-invierno se me ha ido intensificando.

Si me lo hubieran dicho hace unos años, habría puesto el grito en el cielo. “Esas faldas sólo las llevan las viejas”, “te acortan la pierna”, “te hacen parecer mayor de lo que eres”, “no favorecen”, "te engordan los tobillos". Pero mi antigua yo era más joven e inexperta, y todavía no tenía mucha idea de lo que verdaderamente sienta bien y lo que no, y de lo que es realmente un clásico atemporal.


Todo lo que entonces creía saber de las faldas a media pierna era mentira. Ni sientan mal, ni te hacen parecer mayor, ni te acortan la pierna. Al contrario, bien llevadas*, no sólo resultan elegantes, y femeninas, sino que además favorecen muchísimo e incluso estilizan la figura. Y, además, son un clásico, y los clásicos siempre acaban volviendo.

     *Mal llevadas, pueden llevarte a cometer el error de parecerte a tu abuela... con su edad actual.


Las hay de diferentes cortes y largos. Personalmente, mi favorita es la falda de tablitas, preferiblemente de color sólido, con un largo que llegue, más o menos, desde debajo de la rodilla, hasta la mitad del gemelo —es decir, más bien tirando a corta que a larga, de caída recta y limpia, ligeras —nada de cueros y mucho menos plásticos— y sin excesivo vuelo.


Sin embargo, independientemente del largo, creo que la clave de que una falda midi siente o no bien, está, en buena medida, en el zapato con que la lleves. Si, por ejemplo, te pones una falda a media pierna con deportivas o similares, lo más probable es que vayas hecha un fantoche, a menos que seas muy muy buena luciendo la ropa, y tengas una percha que lo aguante todo. Que no es mi caso, ni tampoco el de la mayoría de los mortales.


Sin embargo, este tipo de falda no sólo va bien con zapatos de tacón, aunque en mi opinión es lo que mejor le queda (Una vez vi a una chica por la calle con una falda granate que le llegaba casi hasta abajo del gemelo y unos salones negros y me pareció que iba espectacular. Le sentaba fenomenal). También puede llevarse —y llevarse bien— con botines, bailarinas, todo tipo de sandalias, zapatos tipo Oxford, e incluso con botas altas, aunque esto último, personalmente, ya me gusta menos.

En cuanto a la parte de arriba, me encanta cómo sientan con camisetas sencillas, sudaderas o jerséis cerrados, pero las posibilidades son variadísimas. Con una cazadora, vaquera o de cuero, sobre un cuerpo sencillo, resulta el uniforme perfecto para esta primavera.

Os dejo una pequeña selección. Muchas de ellas son de ASOS, donde he encontrado montones de faldas preciosas que tengo convenientemente guardadas en la lista de deseos, por si algún día me toca la lotería. Como siempre, clicando sobre las imágenes podréis acceder a su fuente original.

Ésta en color crema tiene una caída preciosa, y me parece perfecta para la temporada de primavera-verano, aunque lo cierto es que bien llevada podría dar juego todo el año. La combinación con el jersey en tono neutro, remangado y metido por dentro es perfecta.


En Ruche he encontrado esta falda midi de encaje. Personalmente no es mi estilo, pero me gusta muchísimo cómo la han combinado con la sudadera de la torre Eiffel. Todo lo que tiene de cursi la falda, se lo resta esa sudadera.


Para las que, como yo, no acaben de ver lo del encaje, En Ruche también he encontrado faldas midi en telas y tonos sólidos.

 

El amarillo me parece especialmente alegre y favorecedor, y me encanta cómo lo han combinado con una chaqueta verde en uno de sus Lookbooks.


Y aunque, como digo, prefiero los tonos sólidos, las faldas a media pierna con estampado escocés, que tanto se lleva ahora, o geométrico, tampoco me disgustan

   
El azul marino es un color con el que es imposible no acertar. Y combinado con una camisa blanca no puede sentar mejor. Por cierto, fijaos en la diferencia; tanto esta falda azul marino como el vestido que os he puesto más arriba como ejemplo de cómo no llevar el largo midi, son prendas vintage de los 80, y, sin embargo, mientras una parece el camisón de la bisabuela, la otra no ha envejecido ni un solo día. Eso es lo que hace un clásico.


En el último post os hablaba de lo bien que sientan juntos el gris y el rosa empolvado. Aquí tenéis un ejemplo más que lo confirma. Sólo me sobran los botines con los calcetines negros.


Aunque estamos hablando de faldas, no puedo evitar incluir este vestido gris tan elegante, con largo a media pierna y manga larga.


Aunque no lo parezca, éstos dos también son vestidos, con el cuerpo tipo camiseta en un color y la falda de tablitas en otro. También de ASOS.

     

Si no os terminan de convencer las tablitas, también podéis encontrar faldas a media pierna con telas más pesadas, con más caída, o más estructuradas, que también favorecen y sientan fenomenal.

     

Por último, os enseño esta falda verde de ModCloth, que tengo fichadísima, y sólo estoy esperando a que repongan mi talla (y la rebajen un poco) para hacerme con ella. Un plus: tiene bolsillos. No puede gustarme más.

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