martes, 8 de julio de 2014

Keims Cosmetics, todo un descubrimiento

La primera vez que me topé con Keims Cosmetics fue en la tienda online de BirchBox, cuando, queriendo aprovechar algún descuento, curioseba en busca de una crema hidratante de día para reemplazar la que estaba terminando y dí con su Crema Revitalizante Iluminadora (porque ya no les basta con llamarla simplemente crema hidratante de toda la vida, eso es demasiado vulgar y tienen que complicarse  —y complicarnos a todos— la vida).



La compré, la terminé, y la volví a comprar. Me encantó lo rápido que se absorbía y lo hidratada, mate y natural que dejaba la piel. Si no he vuelto a comprarla tras terminar el segundo bote, es porque tiene un factor de protección 8, demasiado bajo de cara al verano, por lo que esperaré al próximo invierno para renovar. Además, en otro orden de cosas, también me gustó mucho el diseño de la marca (dejando a un lado los nombrecitos rimbombantes), sobrio, elegante, nada femenino, pero muy atractivo y funcional. El único fallo de diseño que le encuentro es que, por alguna razón, quizá por un defecto de fabricación, la tapa del tarro, que tiene como un recubrimiento de plástico duro, siempre se me acaba rompiendo.



Las grandes bazas de Keims Cosmetics, una marca 100% española, son sus ingredientes naturales, y el hecho de que ninguno de sus productos contenga conservantes artificiales, tipo parabenos o siliconas. Tampoco aceites minerales ni ninguna de esas cosas chungas que los buenos cosméticos no deben llevar. Además, les escribí para preguntarles al respecto y me garantizaron que no experimentan con animales. Todos sus productos son 'cruelty free', algo que me parece fundamental.

Tras el buen resultado de la crema hidratante, me animé a probar otros productos de la marca y me hice con la mascarilla para el pelo y el exfoliante corporal (cada uno con su nombre y apellidos correspondientes: Mascarilla Extraordinaria Reparadora de Oliva & Karité y Gel Exfoliante Té Rojo & Mimosa), además de un champú energizante (¿esa palabra existe?) que venía en una de las cajitas. El champú no lo he probado, pero la mascarilla, además de oler fenomenal, deja el pelo súper suave e hidratado. Tiene una textura muy extraña, gelatinosa, casi viscosa, pero se extiende estupendamente.




En cuanto al exfoliante corporal —que de gel tiene poco, la verdad—, también me gusta mucho, usarlo es muy agradable porque no es nada agresivo y deja la piel suave, suave. Lo malo es que cada vez que lo utilizo lo pongo todo perdido. Es de un color marrón-rojo oscuro, con un granulado poco concentrado, pero muy eficaz. Tiene un aspecto y un olor muy natural, dulzón, como a miel, a mermelada de higo o a membrillo (de hecho se parece bastante a la mermelada de higo), y mancha que da gusto. Tengo que aclarara conciencia la bañera después de usarlo.


Lo siguiente que me gustaría probar es el champú —tengo la muestra dando vueltas por casa, si no me he animado aún a usarlo es porque lleva sulfatos (nadie es perfecto)— y la crema hidratante, que ellos bautizan como "Body Butter Hidratante Profundo". Ahí es nada.

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