miércoles, 16 de octubre de 2013

Caprichos mensuales II: GlossyBox vs. BirchBox

ACTUALIZACIÓN: Como muchas ya sabréis, hace un par de meses que Glossybox ha dejado de existir. Quiero aclararlo porque todavía llegan visitas a esta entrada buscando una comparación entre ambas cajitas. Vendieron sus suscripciones a otra empresa similar, Guapabox, y dejaron a cientos de usuarias colgadas sin dar ningún tipo de explicación, y con cajas pendientes de entrega que nunca llegaron a su destino. Un desastre, vamos. Podéis leer más acerca del declive y caída de Glossybox haciendo clic aquí.

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Siguiendo con el tema de las cajitas de suscripción, de las que ya estuve hablando un poco el otro día, esta vez me centro únicamente en aquellas que conozco por propia experiencia, es decir, aquellas a las que estoy, he estado, o me gustaría estar suscrita algún día.

Empiezo por las cajitas de cosméticos, GlossyBox y BirchBox.


GlossyBox

Fue la primera cajita a la que me suscribí, después de descubrirla en algún foro, navegando un poco por Internet. Sería hace cosa de un año, cuando no había oído hablar en mi vida de las cajitas, ni sabía lo que eran o cómo funcionaban, ni la gran variedad que había. Después de investigar un poco, me pareció una idea muy divertida, y me apunté, a modo de prueba, a una suscripción de 6 meses.
En realidad no la compré para mí, sino como regalo para mi madre, aunque al final ha acabado siendo un poco para las dos. Todos los meses abrimos juntas la cajita y comentamos y compartimos su contenido. Es como un ritual, y es divertido.
Por 15 euros al mes (algo menos si te suscribes por 6 meses o un año), recibes cinco o seis productos de belleza, generalmente miniaturas y mini-tallas, junto con alguno a tamaño real, valorados en más de lo que cuesta la cajita (para que os hagáis una idea, en unos 35-40 euros, más o menos). A mi madre le encanta probar muestras de cosméticos y descubrir marcas nuevas, así que como regalo fue un acierto. De hecho, hace poco que renové la suscripción para otros seis meses más.


En general, GlossyBox está bastante bien, aunque hay un par de cosas que fallan, y por las que creo que es mucho mejor BirchBox, de la que os hablaré a continuación. Aun así no me decido a dejarla, porque en conjunto estoy contenta, y porque los productos que envían son diferentes en ambas, y de momento no quiero renunciar a ninguna.
En cuanto a los fallos, uno de los más gordos que han tenido últimamente fue el retraso en la entrega de las cajitas de agosto, que cobraron a primeros de mes y llegaron ya en septiembre, casi superponiéndose a la siguiente entrega.
El problema no fue el retraso en sí —un fallo lo tiene cualquiera—, sino la mala gestión del mismo, lo que creó bastante malestar entre los suscriptores, por lo que leí en los comentarios de su muro de Facebook. Y eso que la atención al cliente no es mala, pero es que, en este caso, lo hicieron muy mal. No enviaron un aviso oficial informando del problema hasta los ultimísimos días de agosto, es decir, hubo silencio absoluto a lo largo de todo el mes, y mucha desinformación. Tampoco ofrecieron compensación alguna por las molestias causadas. Es sólo mi opinión, pero un pequeño descuento, o unos cuantos glossydots (los puntos que recibes por realizar las encuestas de los productos, con los que es posible conseguir cajitas gratis) lo habrían resuelto todo en un momento, y además habrían quedado como señores con los suscriptores. Pero bueno, allá ellos. Seguro que más de uno se les dio de baja por eso.


Sin embargo, el verdadero problema de GlossyBox empieza en su página web. Es un desastre. A primera vista puede que dé el pego, pero basta con moverse un poco por ella para ver que algo falla. No es fácil de navegar, resulta algo farragosa y no está bien organizada. Da siempre la sensación de que está como a medio hacer. Es verdad que últimamente parece que han hecho algún esfuerzo por mejorarla (por ejemplo, antes no aparecían los comentarios de los usuarios en la ficha de detalle de los productos y ahora parece que sí), pero aún les queda un laaaargo camino por recorrer, lo que es una pena, porque podría dar mucho más de sí.


BirchBox

Al igual que GlossyBox, BirchBox es una cajita de productos de belleza. Cuando yo la descubrí y me suscribí, todavía se llamaba JolieBox, aunque JolieBox sólo recibí una, porque al mes siguiente cambió de nombre y pasó a ser BirchBox y, por lo que leo por ahí, parece que el cambio le ha sentado bien. Al igual que GlossyBox, todos los meses hacen un envío de 5 o 6 productos de belleza, uno o dos a tamaño real, y el resto mini-tallas o muestras. Sin embargo, BirchBox es algo más económica: cuesta 13 euros, frente a los 15 de GlossyBox, y la calidad y el tamaño de los productos es equiparable en ambas.
Me suscribí a BirchBox, no sin cierto recelo, cuando ya llevaba un tiempo en GlossyBox. Elegí la suscripción de tres meses a modo de prueba, para poder comparar ambas cajitas y quedarme con la que me gustara más. También se la regalé a mi madre y el resultado fue el mismo: acabamos abriendo y compartiendo la caja juntas, sólo que ahora lo hacemos dos veces al mes, en vez de una.


Como ya os digo, al principio desconfiaba un poco. Sin embargo, tras las dos primeras cajitas, BirchBox me acabó conquistando. No ya sólo por los productos en sí, que en general hay de todo y, al igual que ocurre con GlossyBox, unos gustan más que otros, sino por su forma de hacer las cosas.
Su web es una página bien hecha, un ejemplo de cómo deben hacerse las cosas. A nada que naveguéis un poco por ella entenderéis a qué me refiero. Tienen un blog que actualizan prácticamente a diario, con consejos, trucos, técnicas e indicaciones sobre cómo sacar el máximo partido a los productos que vienen en la caja. Cómo explicároslo…. en BirchBox saben vender. Lo hacen muy, muy bien. Los productos no son necesariamente mejores que los de GlossyBox y, sin embargo, saben hacerlos parecer mucho más apetecibles.


Será porque BirchBox tiene tienda online, y un programa de puntos fantástico, con el que puedes adquirir tus productos favoritos a precios estupendos, aprovechando las promociones y descuentos constantes, tanto por los puntos que acumulas por cada compra y por responder a encuestas sobre los productos recibidos, como por los que envían ocasionalmente por correo electrónico.
Para que nos entendamos, si yo tuviera una firma de cosméticos, querría que mis productos estuviesen en BirchBox. Porque ellos los venden, los adornan, te cuentan sus trucos, sus posibilidades, lo convierten en una experiencia, en objeto de deseo, hasta el punto de conseguir crear una necesidad en el consumidor. Y eso GlossyBox no sabe hacerlo. Aún no. En mi caso, la prueba está en que he comprado muchos de los productos que venían en las cajitas de BirchBox, y todavía ni uno sólo de los que manda GlossyBox. Y ya os digo que no es por un tema de calidad.
De momento he renovado para un año entero y, aunque por ahora no renunciamos a ninguna de las dos cajitas, si tuviera que quedarme sólo con una, escogería BirchBox sin dudarlo.

A modo de resumen, aquí os dejo un pequeño cuadro comparativo entre ambas:

Cajita
GlossyBox
BirchBox
Precio de cada cajita
15 euros
13 euros
Suscripción anual
165 euros
130 euros
Periodicidad
Mensual
Productos
Cinco o seis, uno o dos a tamaño real y el resto mini-tallas
Programa de puntos
Sí, completa las encuestas o invita a tus amigos a unirse a GlossyBox. Acumula 100 glossydots para recibir una cajita gratis.
Sí, completa las encuestas y compra en su tienda online (1 euro=1punto). Por cada 100 puntos recibe 10 euros para gastar en la tienda.
Tienda online
No
Versión masculina
Sí (trimestral)
No
Perfil personalizado
Compromiso de permanencia
No
No
Cajitas extras especiales
No


En próximos posts hablaré de BirraBox, FancyBox, Crealoo y BoxPremier

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