ACTUALIZACIÓN: Como muchas ya sabréis, hace un par de meses que Glossybox ha dejado de existir. Quiero aclararlo porque todavía llegan visitas a esta entrada buscando una comparación entre ambas cajitas. Vendieron sus suscripciones a otra empresa similar, Guapabox, y dejaron a cientos de usuarias colgadas sin dar ningún tipo de explicación, y con cajas pendientes de entrega que nunca llegaron a su destino. Un desastre, vamos. Podéis leer más acerca del declive y caída de Glossybox haciendo clic aquí.
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Siguiendo con el tema de las cajitas de suscripción, de las que ya estuve hablando un poco el otro día, esta vez me centro únicamente en aquellas que conozco por propia experiencia, es decir, aquellas a las que estoy, he estado, o me gustaría estar suscrita algún día.
Empiezo por las cajitas de cosméticos, GlossyBox y BirchBox.
GlossyBox
Fue la primera cajita a la que me
suscribí, después de descubrirla en algún foro, navegando un poco por Internet.
Sería hace cosa de un año, cuando no había oído hablar en mi vida de las
cajitas, ni sabía lo que eran o cómo funcionaban, ni la gran variedad que
había. Después de investigar un poco, me pareció una idea muy divertida, y me
apunté, a modo de prueba, a una suscripción
de 6 meses.
En realidad no la compré para mí,
sino como regalo para mi madre,
aunque al final ha acabado siendo un poco para las dos. Todos los meses abrimos
juntas la cajita y comentamos y compartimos su contenido. Es como un ritual, y
es divertido.
Por 15 euros al mes (algo menos si te suscribes por 6 meses o un año),
recibes cinco o seis productos de
belleza, generalmente miniaturas y mini-tallas, junto con alguno a tamaño
real, valorados en más de lo que cuesta la cajita (para que os hagáis una
idea, en unos 35-40 euros, más o menos). A mi madre le encanta probar muestras de
cosméticos y descubrir marcas nuevas, así que como regalo fue un acierto. De
hecho, hace poco que renové la suscripción para otros seis meses más.
En general, GlossyBox está bastante bien, aunque hay un par de cosas que fallan,
y por las que creo que es mucho mejor BirchBox, de la que os hablaré a
continuación. Aun así no me decido a dejarla, porque en conjunto estoy
contenta, y porque los productos que envían son diferentes en ambas, y de
momento no quiero renunciar a ninguna.
En cuanto a los fallos, uno de
los más gordos que han tenido últimamente fue el retraso en la entrega de las
cajitas de agosto, que cobraron a primeros de mes y llegaron ya en septiembre,
casi superponiéndose a la siguiente entrega.
El problema no fue el retraso en
sí —un fallo lo tiene cualquiera—, sino la mala gestión del mismo, lo que creó bastante
malestar entre los suscriptores, por lo que leí en los comentarios de su muro
de Facebook. Y eso que la atención al cliente no es mala, pero es que, en este
caso, lo hicieron muy mal. No enviaron un aviso oficial informando del problema
hasta los ultimísimos días de agosto, es decir, hubo silencio absoluto a lo largo
de todo el mes, y mucha desinformación. Tampoco ofrecieron
compensación alguna por las molestias causadas. Es sólo mi opinión, pero un pequeño
descuento, o unos cuantos glossydots
(los puntos que recibes por realizar las encuestas de los productos, con los
que es posible conseguir cajitas gratis) lo habrían resuelto todo en un
momento, y además habrían quedado como señores con los suscriptores. Pero bueno, allá
ellos. Seguro que más de uno se les dio de baja por eso.
Sin embargo, el verdadero
problema de GlossyBox empieza en su página web. Es un desastre. A primera vista
puede que dé el pego, pero basta con moverse un poco por ella para ver que algo
falla. No es fácil de navegar, resulta algo farragosa y no está bien organizada. Da siempre la sensación de que está como a medio hacer. Es verdad que últimamente parece que han
hecho algún esfuerzo por mejorarla (por ejemplo, antes no aparecían los comentarios de los usuarios en la ficha de detalle de los productos y ahora parece que sí), pero aún les queda un laaaargo camino por
recorrer, lo que es una pena, porque podría dar mucho más de sí.
BirchBox
Al igual que GlossyBox, BirchBox
es una cajita de productos de belleza. Cuando yo la descubrí y me suscribí, todavía
se llamaba JolieBox, aunque JolieBox sólo recibí una, porque al mes siguiente cambió
de nombre y pasó a ser BirchBox y, por lo que leo por ahí, parece que el cambio
le ha sentado bien. Al igual que GlossyBox, todos los meses hacen un envío de 5
o 6 productos de belleza, uno o dos a tamaño real, y el resto mini-tallas o
muestras. Sin embargo, BirchBox es algo
más económica: cuesta 13 euros, frente a los 15 de GlossyBox, y la calidad
y el tamaño de los productos es equiparable en ambas.
Me suscribí a BirchBox, no sin
cierto recelo, cuando ya llevaba un tiempo en GlossyBox. Elegí la suscripción de tres meses a modo de
prueba, para poder comparar ambas cajitas y quedarme con la que me gustara más.
También se la regalé a mi madre y el resultado fue el mismo: acabamos abriendo
y compartiendo la caja juntas, sólo que ahora lo hacemos dos veces al mes, en
vez de una.
Su web es una página bien hecha, un ejemplo de cómo deben hacerse las
cosas. A nada que naveguéis un poco por ella entenderéis a qué me refiero. Tienen un blog que
actualizan prácticamente a diario, con consejos, trucos, técnicas e
indicaciones sobre cómo sacar el máximo partido a los productos que vienen en
la caja. Cómo explicároslo…. en BirchBox
saben vender. Lo hacen muy, muy bien. Los productos no son necesariamente
mejores que los de GlossyBox y, sin embargo, saben hacerlos parecer mucho más apetecibles.
Será porque BirchBox tiene tienda online, y un programa de puntos fantástico,
con el que puedes adquirir tus productos favoritos a precios estupendos,
aprovechando las promociones y descuentos constantes, tanto por los puntos que
acumulas por cada compra y por responder a encuestas sobre los productos
recibidos, como por los que envían ocasionalmente por correo electrónico.
Para que nos entendamos, si yo
tuviera una firma de cosméticos, querría que
mis productos estuviesen en BirchBox. Porque ellos los venden, los adornan, te
cuentan sus trucos, sus posibilidades, lo convierten en una experiencia, en
objeto de deseo, hasta el punto de conseguir crear una necesidad en el
consumidor. Y eso GlossyBox no sabe hacerlo. Aún no. En mi caso, la prueba está en que he comprado muchos de los productos que venían en las cajitas de BirchBox, y todavía ni uno sólo de los que manda GlossyBox. Y ya os digo que no es por un tema de calidad.
De momento he renovado para un
año entero y, aunque por ahora no renunciamos a ninguna de las dos cajitas, si
tuviera que quedarme sólo con una, escogería BirchBox sin dudarlo.
A modo de resumen, aquí os dejo un pequeño cuadro comparativo entre ambas:
Cajita
|
GlossyBox
|
BirchBox
|
Precio de cada cajita
|
15 euros
|
13 euros
|
Suscripción anual
|
165 euros
|
130 euros
|
Periodicidad
|
Mensual
|
|
Productos
|
Cinco o seis, uno o
dos a tamaño real y el resto mini-tallas
|
|
Programa de puntos
|
Sí, completa las
encuestas o invita a tus amigos a unirse a GlossyBox. Acumula 100 glossydots
para recibir una cajita gratis.
|
Sí, completa las
encuestas y compra en su tienda online (1 euro=1punto). Por cada 100 puntos recibe
10 euros para gastar en la tienda.
|
Tienda online
|
No
|
Sí
|
Versión masculina
|
Sí (trimestral)
|
No
|
Perfil personalizado
|
Sí
|
Sí
|
Compromiso de permanencia
|
No
|
No
|
Cajitas extras especiales
|
Sí
|
No
|
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