Aceite de Oro de Armonía Cosmética Natural

Es probable que este aceite corporal os parezca totalmente innecesario. Uno de esos caprichos tontos que no valen lo que cuestan. No digo que no lo sea. Al fin y al cabo, para hidratar ya están las cremas. Y encima este aceite lleva purpurina por lo que, a primera vista, parece no servir para uso diario.

Eso mismo pensé yo cuando recibí una muestra diminuta en una de las cajitas BirchBox, hace cosa de un año. Muestra que, he de decirlo, todavía me dura. Y no precisamente porque no la haya usado, sino porque cunde un montón (también tengo que decir que sólo la uso en verano).




Aunque al principio la recibí con escepticismo, acabé comprando el frasco en tamaño natural antes de llegar a terminarla (que por cierto tiene formato spray, lo que es una maravilla). Y es que me conquistó desde la primera vez que me la puse.

A pesar de tratarse de un aceite, se extiende y se absorbe enseguida, mil veces más rápido que muchas cremas, y no deja nada grasa la piel. Pero nada de nada. Ni brillante, ni pegajosa. Nada. De hecho, ni siquiera te das cuenta de que lo llevas puesto. Sólo notas la piel hidratada y luminosa, con un tono natural, ligerísimamente satinado y muy favorecedor. Piel de verano, vamos. Y con un olorcito riquísimo, dulce y muy suave, que recuerda a flor de azahar, a Sevilla en primavera y a perfume de madre.

Aquí podéis ver la piel antes de aplicar el aceite. Conviene agitar bien el frasco antes de usarlo, para que se mezcle todo bien.



Nada más rociar un poco de aceite (como véis, es muy líquido).

Y el resultado final, justo después de extenderlo. La foto no le hace justicia, pero si os fijáis bien, veréis el efecto satinado del que os hablo.

Con razón sus creadores lo llaman "aceite seco" y es que, por rara y extraña que suene esa descripción, eso es exactamente lo que es.

La purpurina es tan sutil que ni se nota (sólo en las manos, de donde cuesta un poquito más sacarla) sin brillos artificiales ni reflejos de carnaval. Realza y favorece muchísimo el moreno, y aunque sólo lo uso en verano, y sólo en ocasiones especiales, podría usarlo para diario sin problemas. Si no lo hago es porque me da pena que se me acabe, de lo mucho que me gusta. Y como no es especialmente barato (aunque tampoco la locura de caro, todo hay que decirlo), lo guardo como un tesoro.

P.D. De Armonía Cosmética Natural también he probado el agua micelar y, aunque el olor no me entusiasma, los resultados son estupendos. Limpia la piel de una forma muy delicada, y la deja fresquita e hidratada.

Empieza a gustarme mucho esta pequeña empresa española, familiar y artesanal, con certificado Ecocert, a la que seguiré más de cerca la pista a partir de ahora.