De este acondicionador todavía no he gastado la muestra que mandaron en la cajita BichBox. La guardo para viajes y tengo el bote grande en casa, para diario. Lo primero que llama la atención al usarlo por primera vez es el olor. Es muy curioso, muy característico. Huele a hierba pisada, a medicina natural, a planta fresca. Se extiende bien sobre el pelo húmedo y es fácil de peinar después.
Además no lleva siliconas, algo fundamental para mí, ya que uso champús sin sulfatos, y ya sabéis que lo único que arrastra las siliconas (las pesadas, las no solubles en agua) son los sulfatos, por lo que si las llevara dejaría mi pelo lleno de residuos.
También me encanta el diseño del envase, con esa ilustración tan chula, y en general todo el diseño y packaging de la marca italiana, que aún tengo pendiente investigar y conocer mejor, pero que ya de primeras me encanta, sobre todo teniendo en cuenta su filosofía.
Podéis aprender más sobre ella en este vídeo, que recoge su Carta Ética.
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