miércoles, 22 de octubre de 2014

Desodorante natural, de Natural Carol

Es probable que el desodorante sea uno de los productos básicos de higiene más difíciles de reemplazar por una alternativa natural y más sana. 



La clave está, por supuesto, en el clorhidrato de aluminio (y similares), una sustancia astringente y antitranspirante, que incluyen casi todos los mal llamados desodorantes comerciales que podemos encontrar en cualquier supermercado. 

Y digo mal llamados porque estamos acostumbrados a englobar bajo el término de 'desodorante' a productos que en realidad son antitranspirantes, es decir, que su función principal no es la de neutralizar o impedir que se produzca el mal olor causado por el sudor —que también—, sino que directamente impiden que la piel transpire (o al menos lo intentan). Es decir, tapan los poros y evitan que la piel sude (y, si a pesar de todos sus esfuerzos, no consiguen impedir la sudoración, entonces sí: ayudan a evitar que proliferen las bacterias que causan el mal olor, o bien enmascaran dicho olor).

Los desodorantes naturales, por su propia esencia, principios y composición, no impiden la transpiración de la piel. Porque transpirar es un proceso natural y necesario, por el que eliminamos toxinas y regulamos nuestra temperatura corporal. Aunque de vez en cuando viene bien tener un antitranspirante a mano (una fiesta, un evento importante, una situación en la que sabemos que vamos a sudar más de lo normal, ya sea por nervios, estrés, ejercicio o calor), lo conveniente sería no utilizarlo de forma habitual.

El problema viene cuando, al probar las alternativas naturales, los supuestos desodorantes auténticos, cuya función consiste —como su nombre indica—, en desodorizar; es decir, prevenir la aparición de las bacterias que causan el mal olor (porque el sudor por sí solo no huele a nada, son las bacterias presentes en la piel las que lo degradan y enrancian), nos topamos con ejemplares como éste, el desodorante natural de, valga la redundancia, Natural Carol.



Vamos a ver, por partes. En primer lugar, no todas las personas sudamos igual. Hay personas que sudan mucho, y otras que poquísimo. No sudamos igual hombres que mujeres, niños que adultos o que adolescentes, y también hay personas que padecen de hiperhidrosis, o sudoración excesiva. Por ese motivo no se puede generalizar, ni utilizar un mismo producto para todo el mundo, como mucha gente piensa erróneamente. 

En segundo lugar, la función de un buen desodorante no es enmascarar los malos olores. Eso es una chapuza y una guarrería. Lo que un buen desodorante debe hacer es neutralizar las bacterias que provocan dicho olor, impidiendo su proliferación. Existen multitud de bactericidas naturales, que podrían cumplir perfectamente esta función. Así de primeras se me ocurre, por ejemplo, el aceite de árbol de té, aunque es sólo uno de muchos.

En tercer lugar, es por culpa de desodorantes como éste, que muchas personas tienen asumido que la cosmética natural no es efectiva, que es un engañabobos, o que no sirve para nada. Y no sabéis lo que me quema eso. En serio. Porque la cosmética natural funciona, vaya si lo hace, pero este esperpento que quiere pasar por desodorante natural es una verdadera tomadura de pelo. No sé cómo no les da vergüenza comercializar semejante basura. Ojo, y no digo que no sea natural ni nada de eso, que está certificado por IMO, siguiendo unos estándares de producción muy estrictos, lo que digo es, simplemente, que no funciona. No cumple lo que promete.

No tengo absolutamente nada en contra de Natural Carol. De hecho, ya había probado un tónico facial de agua de rosas de la marca que recibí en una EssentiaBox este verano, y me gusta bastante. Mucho, de hecho. Y sus jabones tradicionales, sus champús y sus cremitas hidratantes tienen una pinta estupenda, y me encantaría probarlos. Pero este desodorante... ay, amigos. Este desodorante es harina de otro costal. Se han lucido. Y por lo que leo por ahí, no soy la única que lo piensa.

Lo compré en la web de EssentiaBox, buscando un desodorante natural como alternativa a lo que encontraba por los supermercados, aunque sabiendo de antemano que el tema era complicado. Lo que no sabía era que lo fuese tanto.

Tiene un formato roll-on y es bastante ligero. Tanto, que después de unas cuantas pasadas apenas notas la piel algo húmeda (y también algo pegajosa), aunque se absorbe rápido. Según la web de EssentiaBox, tiene un "agradable aroma a salvia", pero lo cierto es que a mí no me huele prácticamente a nada, y el poco olor que tiene me resulta bastante desagradable.


Para ser claros e ir al grano: su efecto práctico es el mismo que echarse un poco de agua en las axilas. Agua pegajosa (por la glicerina, supongo), pero agua.

¿Veis la larga ristra de ingredientes? 20, cuento yo. Bueno, pues incluso siendo tantos en tan poco espacio, lo cierto es que NO SIRVEN PARA NADA. Para absolutamente nada. Así que, ¿para qué tantos? Después de leer la etiqueta con calma, he visto que lleva aceite de árbol de té (figura con su nombre en latín, Melaleuca Alternifolia) que, como he dicho antes, es un potente bactericida. Por desgracia, ocupa el tercer puesto empezando por el final en la lista de ingredientes, por lo que su concentración es minúscula (y por tanto inefectiva). Vamos, que la formulación es lamentable: casi todo es agua y glicerina.


Es muy hidratante, sí, eso no lo discuto. Pero como desodorante es un completo desastre. Y lo dice una persona que no suele sudar en exceso. Lo he usado para diario, en días que no he sudado prácticamente nada, y también en situaciones algo más forzadas (con estrés, y también esos días de entretiempo en los que, por error de cálculo, te abrigas más de la cuenta y luego hace un sol de justicia), y el resultado ha sido desastroso en todos los casos. Creo que no serviría ni para pasar el día en casa, sin moverse del sofá.

Y encima tienen la poca vergüenza de cobrarlo a 7,36 euros, el botecito minúsculo de 50ml. Más de 7 pavos por esa cosa. Y espera, que todavía hay más. Que en la etiqueta se atreven incluso a poner, ahí bien visible, un 'protección 24 HORAS', y se quedan tan anchos. Puro recochineo, vaya.

Pero bueno, de todo se aprende. Y esto ha sido una y no más.

Vender una cosa como ésta, y pretender que la gente realmente crea que lo que está comprando es un desodorante, y no agua con glicerina, es como tirar piedras contra tu propio tejado. Pierdes toda la credibilidad y la confianza del consumidor. Si yo fuera ellos, retiraba y descontinuaba este "desodorante" pero ya, no sólo porque le hace un flaco favor a la imagen de la marca, sino porque, además, daña la credibilidad de la cosmética natural en su conjunto

Si tengo que ponerle una nota del 0 al 10, le doy un cero, pero como una catedral. Suspende, y con ganas.

4 comentarios:

  1. Hola Pichi,
    Tú sí que no te andas con chiquitas, jajaja.
    Bueno, yo podría estar días y días hablándote de este tema.
    Yo sufro de hiperhidrosis y no sabes la cantidad de desodorantes que he probado.
    El caso es que durante muchos años yo usé un antitranspirante a base de Aluminio que yo mandaba formular en la farmacia (para que te hagas una idea) y desde mi transición al mundo Eco, lo he dejado con todo el dolor de mi corazón.
    Llevo más de un par de años probando desodorantes sin pena ni gloria hasta que hace poco descubrí uno muy bueno. Muy caro, pero bueno. Es decir, no dejo de sudar (un horror para mi y para mi ropa que cuido con mucho mimo) pero por lo menos no huelo a una zanja llena de obreros sudando todo el día (y mi máximos respetos a los obreros).
    Lo que sí, me he acostumbrado a saber que no voy a dejar de sudar y tengo que vivir con ello, pero por lo menos no oler mal. Además, dependiendo del día sudo más o menos (estrés, calor momentáneo, etc...).
    Aquí sí que te digo que un día de estos formulo yo mi propio desodorante porque nadie como una "sudoretas como yo" para saber lo que se siente.
    En cuanto a este desodorante, estoy de acuerdo contigo, la formulación es muy floja y mis glándulas sudoríparas se reirían de el.
    Una pena, pero es verdad que hay que cuidar con lo que se promete y cumplirlo. Para eso están los tester humanos antes de lanzar un producto.
    Un abrazo

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    1. ¡Claro! Si es que las marcas se suben enseguida al carro de las promesas y prometen, prometen y luego no cumplen. Y eso al final es engañar al consumidor, que es algo que me quema mucho. Y si encima lo cobran a precio de oro, ya ni te cuento. Está claro que en el tema de la cosmética natural hay que tener mucho cuidado, porque muchos intentan aprovecharse.
      Mucho ánimo con el tema de la hiperhidrosis, seguro que investigando y probando encontrarás una solución definitiva al problema, aunque tengas que desarrollar tu propio desodorante casero! Quién sabe, quizá algún día hasta saques tu propia marca y sea todo un éxito!! ;)
      Espero tu post con recomendaciones sobre desodorantes naturales, me va a venir genial porque de momento ando super perdida, aunque sigo probando!
      Un abrazo!

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  2. Hola guapa,

    Acabo de descubrir tu blog y me gusta mucho. :-) Por cierto, no conocía este desodorante y gracias a ti no pienso buscarlo, aunque me gustaría probar algún desodorante natural.

    Un beso

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    1. ¡Muchas gracias, Joanna! :) Me alegro de que te haya servido de ayuda. A mí también me gustaría encontrar un desodorante natural que realmente funcione y que haga realmente justicia a la calidad que se espera de la cosmética natural. Seguiré probando e informando, ¡a ver si conseguimos dar con él!

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