martes, 28 de octubre de 2014

Pasta de dientes XilyWhite, de Now Foods

El otro día os hablaba de la primera segunda (la primera fue la de Ratania de Weleda) pasta de dientes natural que había probado, la de hinojo y propóleo de Green People, y cómo había sido la experiencia. 



Hoy quiero hablaros de la pasta de dientes XilyWhite, de Now Foods, que compré (un poco a lo loco, lo confieso) en iHerb, y que incluí en la caja de cosmética natural que le regalé el otro día a mi madre por su cumpleaños.


Como veis, el tubo es muy pequeño (28gr.), apenas una muestra, o un envase de viaje, pero lo bueno es que su precio es igualmente pequeño, tan sólo 1,51 dólares, apenas 1 euro. Así que para probar está muy bien. Da para un par de semanas o tres, según la frecuencia con la que te laves los dientes, y si no te gusta no repites y listo.

En nuestro caso, no lo hacemos; no repetimos. Aun así, no dejo de recomendarla, especialmente a las personas que se estén planteando dar el salto a la cosmética natural y no sepan muy bien por dónde empezar. Y os explico por qué.

El otro día mi madre me comentó que estaba muy contenta con ella. Me llamó la atención que me dijera eso, porque estaba convencida de que el cambio a un dentífrico natural le resultaría un poco así como traumático, porque no es muy amiga de que le cambien, así, de golpe, sus cosas de toda la vida. No me esperaba que fuera a ser tan limpio y tan fácil todo.


La única explicación posible era que no hubiese notado demasiado el cambio, así que supuse que la pasta de Now Foods no tenía mucho que ver con la de Green People. Y supuse bien.

La pasta de dientes XilyWhite parece, se mire por donde se mire, un dentífrico normal y corriente, como otro cualquiera. Tanto por su color, como por su consistencia, como por la sensación que deja en la boca (fresquita, con sabor a menta, con su espuma...). Si le damos la vuelta y nos fijamos en el INCI, lo que veremos es esto:


Esta pasta de dientes juega un poco al despiste, anunciando a bombo y platillo que no contiene SLS, es decir, Sodium Lauryl Sulfate, entre sus ingredientes. Lo que no dice, sin embargo, es que sí contiene Sodium Coco Sulfate, que no es muy diferente del Lauryl o el Laureth Sultafe. Es verdad que es de origen vegetal, ya que procede del coco, pero no deja de ser un sulfato, y su acción es muy similar a la de los otros dos. Pero eso no lo avisan ni anuncian en ningún sitio, y sólo podrás verlo si te fijas en el listado de ingredientes.

Ahora bien, y esto es muy importante, el sulfato ocupa el octavo puesto del INCI. Eso quiere decir que hay otros siete ingredientes por encima de él, en proporciones bastante más significativas. El INCI incluso nos da más pistas. Nos especifica que la proporción de xilitol, que es el segundo ingrediente, es de un 25%. Por lo tanto el agua, que está por encima del xilitol, mínimo compone otro 25% del producto, o más. Así que entre agua y xilitol, tenemos hecha más la mitad de la composición. Y eso teniendo en cuenta sólo los dos primeros ingredientes, que antes del sulfato hay otros seis.

De hecho, por detrás del Sodium Coco Sulfate únicamente encontramos componentes como el conservante o los aceites esenciales , que se incluyen en proporciones mínimas (nunca más de un 2-3% del total), ya que al estar tan concentrados en su forma pura, se necesita muy poquita cantidad para que resulten efectivos.

Vamos, que lleva sulfatos, pero poca cosa. Lo suficiente para hacer espuma y seguir pareciéndose a una pasta de dientes de toda la vida, pero bastante más sanota. Igualita que ésta de Kemphor, que aún anda por casa.


Por eso creo que es una opción estupenda para aquellas personas que estén buscando la forma de pasarse a la cosmética natural y no saben por dónde empezar. Personas que no quieren seguir usando dentífricos convencionales pero tampoco se animan con polvos extraños o texturas y sabores nuevos que dejan un regusto extraño en la boca, y a los que cuesta acostumbrarse.

Además, tiene otros puntos a favor. Como, por ejemplo, que uno de los principales ingredientes de esta pasta de dientes es el xilitol (o xylitol), un endulzante natural, un alcohol de azúcar que se obtiene de la madera de ciertos árboles, principalmente el abedul, aunque también está presente en otras frutas y verduras (como las fresas, las frambuesas y los arándanos) e incluso nuestro propio organismo lo produce de forma natural durante sus procesos metabólicos. Su uso para la higiene dental está muy extendido en países como Finlandia y sus resultados al parecer son estupendos. Ayuda a combatir las caries (sí, por contradictorio que pueda parecer que un azúcar evite las caries, es así) y la gingivitis y es completamente inocuo para el organismo (aunque si se consume en cantidades elevadas puede tener efectos laxantes, pero bueno, eso en el caso de una pasta de dientes, que se escupe, no es problema).

También lleva papaína, una enzima procedente de la papaya, que, se supone, ayuda a blanquear los dientes de forma natural, pero, vamos, la lleva en una proporción tan ínfima (penúltimo ingrediente) que no creo que sirva de gran cosa.

Peeeeeero, y éste es el gran PERO, tiene sulfatos. Aunque sea en menor medida que las marcas comerciales, aunque lleve otros ingredientes estupendos. Aunque no lleve parabenos, ni colorantes, ni perfumes. Mientras lleve sulfatos, no me vale, ni me parece que pueda contar como cosmética natural (a pesar de la gran cantidad de cosméticos con sulfatos —sobre todo champús— que se hacen pasar por naturales, y que se venden en herbolarios y tiendas especializadas con toda la caradura del mundo).

Ahora bien, como opción de transición hacia algo mejor, me parece estupenda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario