Compré este colorete en la tienda online de BirchBox, atraída sobre todo por su precio y su presentación.
El primer tono que probé fue el Pomegranate (que es el que podéis ver en la foto). Posteriormente me agencié también el Sunrise, un tono cobrizo, ligeramente satinado, que me va a venir genial para cuando coja un poco de color, y el Flushed, un frambuesa que tira a tostado, que tendré que usar con cuidado porque es un tono muy intenso. También le tengo echado el ojo a las paletas de sombras de ojos, aunque de momento me resisto, porque en realidad no me hacen falta.
Acostumbrada como estoy a los coloretes de NYX, que son mucho más resistentes a los embates de la brocha, la primera vez que lo usé me pasé tres pueblos y acabé pareciendo una muñeca Pepona, por lo que tuve que volver a empezar y fue un poco lío.
Sin embargo, ahora que le he pillado el truco estoy muy contenta con el resultado. Me parece un buen colorete, a un precio que no deja de ser razonable. Sobre todo teniendo en cuenta lo mucho que cunde, ya que al ser tan pigmentado basta con muy poquita cantidad para conseguir un buen color. Además, dura todo el día sin moverse de su sitio. Aguanta incluso siestas, que ya es decir.
Además me encanta la presentación. El estuche es fino y elegante, negro mate, con un tamaño estupendo, que cabe en cualquier bolso, pero al mismo tiempo tiene una superficie enorme para recoger el colorete, además de un espejo bien grande, que no deforma nada, y que puede salvarte de más de un apuro. La única pega que le pongo es que la cajita es un poco difícil de abrir. Por lo demás, todo perfecto.
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